El concepto técnico es auto-conocimiento. Y es una palabra que tiene muchos significados, podemos encontrarla desde ámbitos psicológicos, de salud y hasta en filosofía. Aunque hay que diferenciar cuatro perspectivas: mental, física, social-emocional y espiritual. Teniendo como premisa una idea muy clara. «Es de vital importancia conocerte en cada una de ellas».

Me explico, no sirve prácticamente de nada que conozcas tus habilidades físicas a la perfección y no tengas ni idea de cuáles son tus adversidades emocionales. O que seas consciente que a través de la mente puedes encontrar la salud mental y obviar el conectarla a tus creencias espirituales. Estos cuatro ejes que sustentan el auto-conocimiento de las personas deben ir alineados. Es decir, aquello que sientes, piensas y haces va de la mano.

¿Hasta qué punto tenemos que conocernos? No se trata de cantidad sino de calidad. Creo que el auto-conocimiento es un proceso y uno nunca acaba sabiendo exactamente quién es, pero es esencial la andadura de este camino para saber y conocer de tus posibilidades, límites, beneficios, etc. Teniendo como finalidad poder tomar mejores decisiones durante el proceso de tus experiencias. Básicamente el conocerse es una invitación a estar cerca de la realidad, no es una conclusión.

Ahora bien, ¿creéis que siempre es de agrado de todos el conocerse? Muchas veces, debemos tener claro que vamos a enfrentarnos a nosotros mismos.

Conocerte conlleva a decirte la verdad, y no siempre agrada.